Cernícalo (Falco tinnunculus canariensis).
Norte de Gran Canaria.
En su vuelo característico, al que debe el nombre, el ave se cierne con la cola extendida en abanico y fuertes aleteos mientras vigila el suelo en busca de presas.
Cernícalo de Pablo Neruda
El mediodía estaba abierto:
el sol en medio coronado.
La tierra esperaba indecisa
algún movimiento del cielo
y todo el mundo se había quedado
indescifrablemente inmóvil.
En ese momento delgado
clavó el cernícalo su vuelo,
se desprendió del firmamento
y cayó como escalofrío.
No pasó nada en el paisaje
y no se asustó la arboleda,
los volcanes siguieron solos,
el río siguió pregonando
su abrupto y mojado linaje:
todo continuó palpitando
en la pausa de pauta verde
menos algo, una liebre, un ave,
algo que volaba o corría,
algo que existió donde ahora
hay una mancha colorada
Pablo Neruda
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